lunes, 17 de mayo de 2010

Asuntos pendientes: Del Jazz a Baltasar Garzón.





Tras un fin de semana especialmente familiar y animado, una se queda contenta, y sobre todo... tranquila. Fin de semana políticamente movido, tras el anuncio de recortes económicos, y la suspensión del juez Garzón.

Pero a lo que íbamos: en una web encuentro una referencia a Cádiz , adonde tengo pendiente volver, lo que me hace recordar mi anterior visita a la ciudad. Me pasé tres días tarareando lo de "..La Habana es Cádiz con más negritos, Cai es La Habana con más salero...". Desde que volví, he disfrutado muchas veces de la grabación original con voz de Carlos Cano, pero existen más. Y precisamente ayer tarde, me dediqué a escucharlas todas seguidas: con María Dolores Pradera, Pasión Vega, Javier Ruibal y una Big Band, o grupos de habaneras. Siempre suena bien.

Mientras, me paseé por un par de perfiles de Facebook de dos artistas relacionados con estas escuchas, para dejarles la cita o el vídeo y algún comentario al respecto. En algún muro ajeno encuentro un vídeo de Esperanza Spalding. Ya había oído, leído o escuchado algo de ella, y era una de mis tareas pendientes que nunca se tiene tiempo de realizar, y se quedan en el olvido. Hay que buscarla inmediatamente. Esperanza. (encuentro mucho más de lo que pensaba).

Encima de la mesa del comedor, me esperaba una revista que, oportunamente, dedica un monográfico a la participación de españoles en la 2ª Guerra Mundial, tanto en política, como a nivel de combate o como prisioneros. Precisamente, un conocido mío ha estado en los actos conmemorativos de la liberación del campo de Mathausen, en Austria. Allí fueron parar miles de españoles, familias enteras, refugiados republicanos en Francia, que tras ser ocupada, quedaron a merced del gobierno alemán nazi, dejados a su suerte por el régimen franquista. Interesante parte de nuestra historia, de nuestras familias, como el abuelo de mi amigo, que logró sobrevivir al campo, pero no pudo volver jamás a España.

Recordar hechos como éste, no es buscar venganzas, ni tan sólo justicia, sino simplemente arrojar luz sobre episodios ocultos , tal vez por vergonzantes, en uno y otro sentido: la memoria histórica sólo significa no olvidar. Saber qué pasó. Conocer. Y eso vale para todos. En la ignorancia no tiene porque estar la felicidad.

Arropada por las Habaneras y Esperanzas, reparto citas, enlaces, y comentarios por los muros de mis amigos de Facebook. De la Spalding me paso a otro frente que tengo abierto, nada belicoso, pero en vías de expansión, que es el conocimiento de la esfera musical española y catalana (por proximidad, simplemente), de los últimos 30 años, por ejemplo. Músicos punteros, reconocidos internacionalmente, pero no comeciales. De Benavent a Kitflus, de Antoni Olaf Sabater a Carmen Paris de mis amores, pasando por Santiago Auserón, Enric Palomar, Javier Colina, Perico Sambeat, Chano Domínguez, la formación Pegasus, y tantos más de quien disfrutar. De momento, sólo en el campo jazz fusión, música de influencias latinas y/o bluseras, una nueva forma de creación basada en la mezcla de lo nuestro y lo "de fuera", lo "clásico" y las nuevas ideas.

Tal vez l@s polític@s necesitarían algo de música de este estilo para acompañar sus deliberaciones, para que se les contagiase un poco de sensibilidad, rigor, exigencia, sensatez, capacidad de incorporar material fresco, flexibilidad, espíritu de equipo, buen humor... y así dejasen de mirarse el ombligo, de creerse limitad@s. Tal vez necesitan entender que se puede ir más allá de las cuatro paredes en que parecen estar encerrad@s. Que no son paredes, sólo líneas. Y que se pueden traspasar, que hay otras formas de mirar la realidad.

Seguiré investigando quién fueron, quienes son, a dónde van y de dónde han venido estos músicos, artistas de lo cotidiano, que cuidan de mi espíritu sin conocerme de nada. Generosidad a raudales. Si fuéramos capaces de ofrecer lo mismo cada día en nuestro entorno...

2 comentarios:

  1. a veces, una mañana insípida cambia como una tormenta de verano, y del trabajo pasas al placer, del placer a la amistad, y parece que una banda de jazz esta tocando para ti en un garaje, sólo para ti. Todo un placer para los sentidos

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  2. Lo que me gusta de las tormentas de verano es el olor a tierra húmeda, a bosque, a hierba. Eso también embriaga los sentidos y te transporta a momentos deliciosos. Cómo me alegra,anónimo, que tuvieras tu ración de lluvia fresca. A veces, yo la echo de menos, pero siempre me regala la mañana alguna gota de rocío... ;-)

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