miércoles, 27 de febrero de 2013

Abogada del diablo.

¡Hola!Me llamo Robert, soy alemán, de la zona de Renania. En realidad, es indiferente la zona, la historia es que hace dos años me divorcié de la que fue mi segunda esposa. Yo daba clases de marketing, y asesoraba empresas. Su familia era de origen noble, ya se sabe lo que pasa por Europa,con tanto principado, y tantos pequeños feudos. Desde que me casé,y gracias a los contactos de mi esposa, me relacioné con gente poderosa, o rica, o famosa, o todo a la vez. Mis fiestas eran recordadas,y mi don de gentes me llevó a encauzar mi trabajo a la organización de eventos y viajes de lujo. Llevo años codeándome con reyes, magnates y mafiosos, o todo a la vez. Soy discreto, eficiente, consigo casi todo lo que me piden, y estoy siempre en los eventos importantes controlando. Siempre salgo en las fotos unos pasos detrás de mis anfitriones o clientes. Me consideran un gran profesional y soy respetado. Podría aprovecharme más de mi status: alguna gran dama me tira los tejos, incluso sutilmente algún gran hombre. Que de todo hay. No diré si he pecado o no, es mi vida privada, tengo derecho a ella. Pero si pretendo estar en lo más alto, debo alejar de mi trabajo este tipo de relaciones. Algún jefe de Estado, rey, reina, o sus cónyuges, forman parte de mi círculo de amistades, por su carácter, por sus deferencias hacia mí. Y yo les devuelvo su confianza intentando ayudarles con lealtad. Y todos contentos. .....UPS, perdón.... he dicho Robert?? ji ji ji... Bueeeeno, en realidad , excepto mi descripción, todo es cierto: mi profesionalidad,mi éxito, mi rigor y fidelidad personal a ciertos amigos importantes... Yel respeto que inspiro y debo mantener de cara a mi imagen profesional, pero... es que no me llamo Robert, sino Corinna. Soy mujer, rubia, de ojos azules y me consideran hermosa,elegante,seductora. El próximo 8 de Marzo se celebra el Día de la Mujer, Trabajadora. Los medios se inundarán de reflexiones sobre la igualdad, declaraciones políticamente correctas sobre el papel de la mujer en círculos de poder, de la empresa, bla, bla, bla... Pero hoy, a falta de 8 días, estoy en boca de todos, dando por hecho que estoy relacionada sentimentalmente con uno de mis mejores clientes y amigos, y dejando en segundo plano mi brillante actividad profesional. Y he tomado la decisión de no esconderme de la prensa, no dar alas a la especulación. He querido dejar claro todo ésto, apareciendo en ciertos medios serios y respetados. he cuidado mi imagen, que es mi mejor tarjeta de presentación, lo reconozco. Sin mi impecable imagen, mi carrera profesional no hubiera avanzado tanto. Lo sé. No puedo negarme a aparecer con aspecto lujoso, cuando me muevo en el mundo del lujo y la riqueza de otros. Las reacciones a mis declaraciones han sido escasas, y sepultadas por los comentarios a mi imagen, mi supuesta estrategia y motivos ajenos, las joyas discretas y finas que luzco. Las llevo, no tienen por qué ser de mi propiedad. Pero al parecer mis palabras no son tan importantes como mi aspecto. No sé que habría sucedido si el imaginario Robert hubiera declarado acerca de su papel y amistad con el Rey, o sobre su relación con el yerno imputado. A veces me sería más fácil llevar bigote y llamarme Robert, pero prefiero no renegar de mi potente feminidad. Con lo bien que me va.... (por ejemplo)

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