martes, 19 de julio de 2011

Historias de autobús.

Todos los viajes tienen algo de simbólico, dicen.

No puedo imaginar qué de simbólico podía tener aquella situación, mirando aburrida por la ventanilla, las piernas encajadas en el respaldo del asiento delantero, e intentando silenciar con el volumen de mis auriculares los ronquidos de un pasajero del otro lado del pasillo.
para lo de mis piernas, estaba de suerte: el autocar iba medio vacío, y disponía de los dos asientos para reclinarme ladeada, y cruzar las piernas mirando al pasillo. Me llamó la atención antes de subir, que el modelo era nuevo, parece que la compañía va invirtiendo. El logo del fabricante, fue otra sorpresa (¿¿Tata??¿ La compañía india también fabrica autobuses?...serán también de bajo coste... ). Por supuesto, la estatura media de los indios, debe de ser diez cm. menos que los europeos. Si hubiera delante un viajero con intenciones de recostarse a dormir, me hubiera aprisionado el fémur de tal forma que habría podido partírmelo con la presión.


Iban pasando ante mis ojos colinas de tierra rojiza y reseca, moteadas de matorral. De repente, un montículo cubierto de árboles de copas redondas, apretadas, que asemejaban copos de algodón verde. Si bajaba la vista, se iban sucediendo velozmente los distintos tonos de gris del asfato, ahora veteado, agrietado, o manchado. En los márgenes de la autovía, la tecnología del cemento no puede evitar que crezcan pequeños arbustos y matas, rompiendo la capa dura de la carretera.


Tengo puesto el reproductor en modo aleatorio, pero cada una de las canciones acierta en algo. Eso mismo le pasa al protagonista de Guardianes de la noche, la trilogía.. pero ése es otro tema...
A mi lado, de la bolsa de viaje abierta, asoma un paquete de Filipinos blancos, casi terminado, la botella del agua, y dos libros comprados en la estación , antes de salir.
Pienso en mis vacaciones. Dentro de mi bolso, en un folio doblado con minuciosidad llevo anotados los localizadores y códigos de las reservas del vuelo y del hotel.Faltan dos meses aún, pero ya me parece sentir la paz y el descanso que me esperan.

(no he podido encontrar acceso al vídeo en youtube por los canales habituales)


El viaje llegó a su fin sin incidencias reseñables, pero con el firme propósito de coleccionar pequeños relatos de viajes en bus, o en tren, anotar esos pensamientos vagos que aparecen mientras uno mira su propia imagen borrosa en la ventanilla, como si lo de fuera y lo de dentro se fundieran, en un trampantojo psicodélico.
Otro proyecto para Hamlet... no le doy tregua.

1 comentario:

  1. Una versión extendida de este mismo texto, le he colgado en http://espi-ritual-mente.blogspot.com/2011/07/viajes-y-apego.html.

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