martes, 20 de julio de 2010

Islandia, mi Islandia.


Una tarde o noche, antes de cenar, vamos, hallábame en el salón de mi palacio materno, atent@ a la televisión. En aquel tiempo, fue noticia que en Islandia fuera elegida democráticamente la primera mujer Jefe de Gobierno. Lo que no sé si en Europa, en el Mundo, o a lo largo de la historia de la Humanidad, porque nunca se sabe. Lo curioso y novedoso, al menos para la mayoría de medios informativos, es que esta mujer estaba soltera y era madre de una hija cuando llegó al cargo. Cosa realmente nada habitual en la sociedad occidental, por muy civilizados y modernos que fuéramos en 1980. (Vamos, casi igual que ahora)

http://es.wikipedia.org/wiki/Vigd%C3%ADs_Finnbogad%C3%B3ttir

Bien, aquella tarde o noche de 1980, aprovecharon la circunstancia para realizar un documental sobre un país tan peculiar. Una sociedad culta, donde se editaban y leían más libros por habitante que en cualquier otro país "civilizado", en donde creo recordar que el 90% de la población conocía el inglés, y otro porcentaje muy elevado también el francés, además de su idioma natal. Ignoro si estas estadísticas eran reales, y ahora no voy a realizar una exhaustiva investigación al respecto. Mi necesidad es otra: recordar poco a poco aquellos elementos que iniciaron mi fascinación por este país aislado enmedio del atlántico, justo sobre al límite superior de la falla oceánica, pero justo bajo los límites del casquete polar Ártico. Esto hace que por fuera se vea frío, hielo y nieve, pero por dentro, los volcanes y geiseres, mantengan el corazón de la tierra caliente. Más contrastes que se sumaban a las comparaciones con la situación medioambiental y conservacionista del continente: los islandeses eran celosos conservadores de sus espacios naturales, iba diciendo la voz del narrador ( o narradora), conscientes de su maravilla y de que exista una vinculación estrechísima entre la población y el medio, del cual dependían hasta fechas recientes casi en exclusividad.

Puede que sea, tal vez, el único país eurpoeo que no tiene ejército (ellos, descendientes directos de los bravos vikingos), y esta especie de conglomerado ecologista-cultural-pacifista-feminista me tuvo con los ojos como platos ante el televisor. Quiero visitar este país, quiero conocer este lugar, me dije inmediatamente.

Por supuesto, había que esperar a ser mayor, independiente, con unos ingresos más o menos potentes. Pero nunca dejé de interesarme, leer artículos en revistas (escasísimos), y soñar despiert@ mientras los años pasaban y la vida hacía lo que quería conmigo, manteníendome en un nivel de vida y unas necesidades familiares que lo hacían bastante complicado.

Este invierno, gracias de nuevo a la televisión (al final no va a ser tan mala), pude comprobar cómose vive realmente y lo fácil que es estarse por allí (Españoles por el mundo). Comprendí que ya estaba preparada, y entendí que no podía demorarlo mucho más.

Ahora me llegan informaciones interesantísimas sobre los islandeses, su política y cómo se toman las cosas, y mi fascinación por ell@s aumenta día a día. Insuperables. Me rindo ante su idiosincrasia, y gracias a Internet (ya no la TV), me reafirmo en mi decisión: ahora ya, Islandia será mi próxima visita diplomática, mi próximo viaje oficial desde la Corte de Elsinor.
(Reverencia sombrero en mano, y me retiro).

http://www.elpais.com/articulo/opinion/humor/gobierna/Reikiavik/elpepiopi/20100703elpepiopi_3/Tes

http://corneta.org/no_104/islandia_revolucion_para_europa.html

http://www.kaosenlared.net/noticia/absurdo-insolito-anarquia-surrealismo-creatividad-marcan-revolucion-is

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